Nunca se sabe todo.

El personal de una industria que cree que debido a su dilatada experiencia, se molesta cuando alguien le indica que no está haciendo bien algo de su trabajo, no hace ningún bien a la empresa, sino todo lo contrario. Toda barrera al cambio, para mejorar, es situar un poco más abajo a la empresa, en su posición, frente a la carrera del éxito.

Cuando la gerencia contrata los servicios de un profesional, para mejorar la situación de su empresa, éste debe luchar, en la mayoría de las ocasiones, con una parte del personal, que se niega a abrir el ángulo de visión y a ser permeable, en cuanto a conocimientos y/o puntos de vista. Es algo habitual y una de las primeras piedras, que deberemos picar, para poder mover la empresa hacia la mejora buscada.

Nada es imposible y nunca se sabe todo. Creerlo, nos traerá sorpresas desagradables, a corto o largo plazo.