La Industria ha vivido siempre en un continuo desarrollo, que ha generado la necesidad de adecuar los productos necesarios para cada trabajo. Un caso particular de ello es la aplicada a la industria metalúrgica, para las herramientas de trabajo.
1. Clasificación de las aleaciones hierro-carbono atendiendo
a su porcentaje de carbono
Se denomina acero, a toda aleación hierro-carbono forjable cuyo contenido de carbono está generalmente comprendido entre 0,10 y 1,76%. Se denomina fundición, a toda aleación hierro-carbono no forjable y cuyo contenido de carbono es generalmente de 2,5 a 4%. Estas definiciones son exactas salvo casos muy especiales, pues hay aceros aleados que contienen hasta un 2,5 % de carbono y también hay fundiciones que son forjables. Se denomina hierro, al metal de este nombre técnicamente puro, o con un contenido de carbono inferior a 0,03 %. El hierro se puede obtener casi puro por un procedimiento electrolítico, pero tiene pocas aplicaciones industriales.
La protección contra la oxidación y corrosión es un problema
muy complejo, en el que intervienen tantos factores que no se puede pensar en
una solución de protección de tipo universal.
En anteriores publicaciones, hemos tratado los diferentes tipos de corrosión y las causas que las generan. También hemos podido ver que, algunos metales se auto-protegen de la corrosión. Entre ellos, se encuentras los aceros resistentes a la corrosión, más conocidos como «aceros inoxidables», aunque como veremos, eso no es cierto.
El hormigón armado está compuesto por áridos y una armadura que de manera reticular, da la resistencia solicitada al conjunto. El material más utilizado para la construcción de las armadoras, es el acero. Para ello, usualmente usado en forma de varillas coarrugadas, para mejorar su adhesión al árido.