El aumento de las tarifas eléctricas, ha propiciado la revisión de los contratos con las empresas comercializadoras de energía y ha generado un elevado interés por auditar la instalación, con el objetivo de optimizar los sistemas utilizados. Ahora se controla más que nunca, el pagar sólo por lo que verdaderamente necesitamos, ya que no estamos en tiempos de poder derrochar.
Las auditorías energéticas, para instalaciones de edificios, en comunidades vecinales, han sido una de las solicitadas a los técnicos, ya que el uso de bombillas de bajo consumo, como el LED, han hecho posible un menor consumo en la iluminación y por ende, un menor requerimiento de potencia contratada. Si los contratos no son revisados, la empresa comercializadora, seguirá cobrando por el contrato de una potencia, que no necesitamos, aunque eso sí, la energía consumida será menor y ésto sí se verá reflejado en la factura.
Al igual ocurre con los ascensores, ya que los mecanismos y cuadros de control, muchos ya obsoletos, conducen a un mayor consumo de energía, si no han sido actualizados en muchos años.
Por desgracia, el concepto de revisión y mantenimiento en nuestro país, está por desarrollar.