Las futuras normativas, que se preveen, sobre la protección del medio ambiente, obligan a reducir el consumo de los vehículos, a marchas forzadas. Para ello, no queda otra alternativa, que reducir su peso, las pérdidas de energía y mejorar el rendimiento mecánico. En ello influyen muchos elementos, que deben ser estudiados meticulosamente y lograr de cada uno, lo mejor.
El estudio, la innovación y la mejora, debe ser siempre continua, ya que nunca se alcanza la perfección y siempre se puede mejorar.Son cruciales, los estudios y mejoras de la aerodinámica, para reducir el rozamiento con el aire, el contacto de los reumáticos con el suelo, los lubricantes utilizados, para reducir las fricciones entre elementos con velocidad relativa, en el motor y la transmisión, etc. Se han creado nuevas aleaciones de acero, para mantener e incluso aumentar la resistencia mecánica, reduciendo el peso, de los componentes de la carrocería de los vehículos.
ArcelorMittal, la mayor empresa siderúrgica del mundo, ya ha preparado un acero, pensado para el sector del automóvil, con el que se reduce un 27% su peso, manteniendo la resistencia meánica.
Fabricantes como Peugeot, ya están fabricando partes estructurales de sus automóviles, en materiales no férreos, como la fibra de vidrio endurecida (GFRP), fibras de carbono y diversos polímeros, que ofrecen una alta resistencia, con un bajo peso.
Muchos fabricantes de automóviles, ya están utilizando aceites de muy baja viscosidad, con graduaciones SAE 0W30 e incluso 0W20, como la dotación de recubrimientos de bajo coeficiente de fricción, como el molibdeno, para piezas que poseen una velocidad relativa, entre elementos móviles.
La ingeniería tiene mucho que hacer y que decir, al respecto. La mejora, nunca puede llegar a culminarse y la optimización debe ser continua.
Fuentes:
JB Enginyeria