Eficiencia energética

Cerramientos

Ahora, que estamos inmersos en esta nueva ola que se avecina, llamada “Certificado Energético”, debemos estar informados más que nunca, para afrontar futuras decisiones.

Se está hablando mucho del citado “Certificado”, pero no de la auditoria energética, para conseguir una mejora de la eficiencia energética de la vivienda o edificio, si se cree conveniente.

Realizar el estudio, para confeccionar el certificado, puede convertirse en algo mecánico y rutinario para muchos, pero para poder auditar de forma eficiente, ya no debería ser una tarea, en absoluto, mecánica y poder adaptar la mejor solución en cada caso.

Uno de los elementos principales, que debemos tener en el punto de mira, para conseguir esa mejora, en la eficiencia energética, son los cerramientos exteriores de la vivienda. La carpintería exterior, es un elemento clave, en este aspecto.

Las carpinterías más utilizadas, son las de madera, hierro, PVC y aluminio.

Con las carpinterías de madera, se consigue un buen aislamiento térmico, siempre y cuando, los perfiles están dotados de elementos de estanqueidad, como juntas de algún material elastómero. El inconveniente es que necesitan un elevado mantenimiento, ya que la madera es un material muy poroso y al ser natural, no está inerte.

 

Las carpinterías de hierro, que estuvieron en desuso durante mucho tiempo y que vuelven a instalarse, pero con el inconveniente de que el hierro es un buen conductor del calor y esto provoca una transferencia de energía, en forma de calor, entre el interior y el exterior de la vivienda, hecho que perjudica la eficiencia energética que buscamos. Como en el caso de las carpinterías de madera, las de hierro, deben poseer un buen perfil aislante, para garantizar una correcta estanqueidad del conjunto.

En este caso, también podemos optar por las carpinterías de acero/hierro, con perfil de rotura de puente térmico, para reducir la conductividad térmica del perfil.

Carpintería de hierro (acero), con perfil

de rotura de puente térmico

Las carpinterías de PVC, aún estando formadas por un material que es mal conductos del calor y dificulta la transmisión energética, entre zonas, constan de una mala reputación, al ser un material relativamente débil, frágil y que no soporta muy bien, el paso del tiempo, presentando deformaciones y decoloración con el paso tiempo, aunque los materiales utilizados actualmente, se han perfeccionado mucho.

Perfil de PVC para ventana, en imitación a madera

con refuerzo interno de acero.

El aluminio, sigue a día de hoy, el material más requerido para la formación de las carpinterías en los cerramientos de las viviendas. A pesar de ser un material muy buen conductor del calor y por ende, un gran enemigo de la eficiencia energética, al facilitar la transmisión de energía, en forma de calor, entre el interior de la vivienda y el exterior, existen soluciones disponibles para ser aplicadas a estas carpinterías, como el uso combinado de otros materiales con peor coeficiente de conductividad térmica, como la madera, al formar perfiles compuestos por ambos materiales o las poliamidas, con el fin de crear una rotura del puente térmico existente entre el interior y el exterior de la vivienda, a base de crear una separación, entre ambas caras, sólo en contacto a través del elemento separador, formado por el material de menor coeficiente de conductividad térmica.

Perfil de dur-aluminio, con rotura de puente térmico incorporado

Perfil de dur-aluminio y madera, con rotura de

puente térmico incorporado

Otros elementos a tener muy en cuenta, dentro del campo de los cerramientos exteriores y las carpinterías, son los cristales. Cada vez más, las superficies acristaladas pasan a tener una vital importancia, muy al contrario de lo que sucedía en la antigüedad, dónde se huía de las grandes zonas acristaladas, con el fin de mejorar la eficiencia energética.

Sección del elemento separador de

un vidrio con cámara de dos lunas

Debemos prestar mucha atención en que los cristales que los cristales que serán instalados en la carpintería, ya que van a tener un papel muy relevante. Existen tratamientos y laminaciones, destinadas a reducir la transmisión de calor, a través de los cristales, así cómo composiciones múltiples, como los cristales con cámara, que por su composición calculada (no siempre sobredimensionando, se consiguen mejores resultados), reducen la transmisión por convección, al crear un espacio vacío entre dos elementos, de dimensión tal, que dificulte la convección y convierta la cámara intermedia, en un excelente aislante.

Con los sistemas especiales de acristalamiento, se reduce la transmisión energética por conducción, al evitar el contacto directo entre la superficie interior y exterior, la transmisión de calor por radiación, en los cristales tratados y/o laminados y convierten la dificultad de convección, entra sus elementos, en un excelente aislante térmico. La combinación de ambos sistemas, confiere sin lugar a dudas, una excelente solución para la mejora de la eficiencia energética, a tener en cuenta por cualquier técnico que lleva a cabo una auditoria técnica y desee tener unos resultados exitosos.

Otro de los elementos a tener muy en cuenta, son los equipos de climatización, como las calderas, sistemas eléctricos de caldeo por resistencia, los equipos de refrigeración y bombas de calor, pero puesto que es un tema muy extenso, creo conveniente tratarlo en una nueva entrada.