Acero austenítico vs. martensítico.

Yo que de pequeño, siempre he tenido una mente inquieta y me ha gustado cuestionarme «el porqué», de todo lo que me rodea, sentí especial curiosidad en el motivo por el cual, un cuchillo era atraído por un imán y un tenedor o una cuchara, no. Sobra decir, que no paré hasta que busqué información al respecto y lo entendí. Yo debía tener unos 15 años y ya estaba buscando el motivo de este fenómeno.

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La explicación, que al principio me pareció muy simple, luego me di cuenta de que no lo era tanto, porque mientras más quieres saber, más te das cuenta lo poco que sabes.

Siempre que alguien me pregunta por ello, y como que tampoco se trata de hacer una tesis doctoral, le doy la primera explicación que obtuve, a los 15 años.

Por todos es sabido, que la oxidación de un metal, es la combinación de éste con el oxígeno del ambiente y que todos los metales se oxidan. Lo que sucede es que la capa de óxido que se genera en alguno de ellos, crea una capa protectora (en algunos casos, como en el oro, llega a ser invisible), que evita que siga oxidándose. Esto es algo que no sucede con el hierro y siendo un material de gran consumo, crea un problema.

Para evitar esta oxidación, desde finales del S.XIX y principios del S.XX, se han probado miles de fórmulas para «aditivar» al hierro y hacerlo resistente a la oxidación. De ahí saló el mal llamado «acero inoxidable», ya que en realidad sí que se oxida.

El principal «aditivo» que se usa para mejorar la resistencia a la corrosión de un acero , es el Cromo. Con las primeras aleaciones de acero con un porcentaje de Cromo, de entre el 10% y el 18%, se obtuvo un acero de una alta dureza (debido a la alta concentración de carbono), con una muy buena respuesta a los tratamientos térmicos, que aún le hacían alcanzar mayor dureza, pero con una una moderada resistencia a la oxidación. A este tipo de acero, se les llama MARTENSÍTICOS, por tener una micro estructura martensítica. La Martensita es la fase cristalina que adoptan estos aceros y su nombre le viene dado por el metalúrgico alemán Adolf Martens, que la descubrió.

martensita
Estructura martensítica vista al microspopio

Una de las características de estos aceros, es que son atraídos por los campos magnéticos.

Debido a estas cualidades de elevada dureza, so pena de una mínima resistencia a la corrosión, los aceros martensíticos, son utilizados para la fabricación de los cuchillos de las cuberterías, ya que el filo de éstos, ha de tener la dureza suficiente, para poder cortar y conservar al máximo su filo, con el paso del tiempo. Es por ello, que no es difícil ver, un cuchillo con algún signo de oxidación, a diferencia del resto de piezas (tenedores, cucharas…) de la misma cubertería, en perfecto estado.

Con la intención de mejorar la resistencia a la corrosión de los aceros, se descubrió que si se conseguían otras micro estructuras como la AUSTENITA, ésta aumentaba en gran medida. Para conseguirla, los aceros se «aditivaron», con otros elementos como son el Níquel, el Manganeso y el Nitrógeno. Con ellos, se facilita la formación de la estructura austenítica. A estos aceros se les llama AUSTENÍTICOS y debido a su alta resistencia a la corrosión, se les confiere un muy amplio campo de aplicación, en el sector alimentario, a pesar de poseer una menor dureza que los anteriores. Con este tipo de acero, se fabrican las cuberterías, a excepción de los cuchillos, como hemos visto antes.

Micro estructura de la Austenita
Estructura austenítica vista al microscopio

Otra de las características de los aceros austeníticos, es que , a priori, no son atraídos por los campos magnéticos, aunque esto puede variar, en función de las alteraciones que haya podido sufrir en algún proceso posterior a su formación.

Sabiendo esto, podríamos continuar con la explicación de cómo y por qué motivo, se genera una micro estructura u otra y se forma la Martensita o la Austenita, pero eso ya sería profundizar bastante en el tema y creo conveniente dejarlo, para otra entrada del blog.